La Ley 2232 del 2022 sobre plásticos de un solo uso, tiene entre sus excepciones el uso de plásticos tradicionales en aplicaciones de un solo uso, siempre y cuando los materiales alternativos para fabricarlos tengan un impacto ambiental y humano mayor, de acuerdo con resultados del Análisis de Ciclo de Vida (ACV). Esta última es una herramienta de gestión medioambiental que sirve para calcular los impactos potenciales asociados a un producto o servicio durante todas las etapas de su vida, desde la extracción de materias primas, producción, distribución y uso, hasta su posible reutilización, reciclaje o desecho.

Este análisis es especialmente útil en la industria, ya que permite evaluar detalladamente aspectos como la selección de materias primas, diseño de productos, transporte, estrategias de fin de vida y cierre de ciclo, ayudando a las empresas a tomar decisiones que generen un menor impacto ambiental. Adicionalmente, busca identificar consecuencias e impactos no esperados para explorar distintos escenarios de contaminación ambiental.

De hecho, el desarrollo de esta herramienta se hace basado en las normas internacionales ISO 14040 e ISO 14044, donde se especifican 3 tipos de análisis diferentes:

• De la cuna a la tumba. Allí se tienen en cuenta todas las etapas del ciclo de vida del objeto de estudio. Es el análisis más completo y, consecuentemente, el más recomendado. Lo anterior, ya que no se limitan fases que pueden llevar a beneficiar o perjudicar alguna alternativa. No obstante, requiere de una alta demanda de datos e información de terceros.
• De la cuna a la puerta. Es un estudio más corto en el cual se evalúan etapas intermedias del ciclo, partiendo desde la evaluación de las materias primas.
• De cierre de ciclo. Este análisis se enfoca únicamente en la etapa final del objeto de estudio. Con los resultados obtenidos es posible identificar oportunidades de mejora en algunas de las etapas previas.

Por otro lado, esta evaluación se realiza mediante un software especializado, tomando como referencia las entradas y salidas de agua, energía y materiales, además de datos de huella de carbono y valores de impacto ambiental propios. Ahora bien, en caso de que no se tengan, será necesario el uso de bases de datos para dicha recopilación, lo que lleva a una menor precisión en los resultados obtenidos. Esta es principalmente una de las desventajas que presenta este método, ya que normalmente las bases de datos son construidas en países europeos, los cuales tienen valores de huellas de carbono diferentes a las de América Latina.

Finalmente, como se mencionó anteriormente, esta poderosa herramienta es de gran ayuda para una toma de decisiones más sostenibles, teniendo claridad en cuanto a los objetivos, alcances y limitaciones de la evaluación, en aras de obtener resultados claros y consecuentes.

En caso de tener dudas o requerir mayor información, puedes contactarte con la Planta Masterbatch ubicada en Sabaneta, Antioquia al teléfono: +57 (604) 444 80 97 o al correo electrónico servicliente@colarquim.com

Autor: equipo de Investigación Planta MB | 15 de septiembre de 2022.